miércoles, 3 de agosto de 2011

Viento de tristeza


Histórica condena de 6.060 años de prisión para 4 exmilitares en Guatemala Asesinos. Miradlos bien, porque han sido condenados por haber asesinado, violado y robado a campesinos, escudándose en sus uniformes y su fuerza, a 201 campesinos hace más de veinte años en Guatemala. Asesinos doscientas veces. Delincuentes otras tantas.  

Siete días de juicio, sólo siete, son los días que la Justicia de Guatemala, tras más de diecisiete años, diecisiete, para iniciar el juicio, ha publicado la sentencia condenatoria a  cuatro exmilitares,  que asciende a 6.060 años de prisión cada uno por la matanza de 201 campesinos en 1982, en uno de los más cruentos crímenes cometidos por el Ejército contra civiles en este país centroamericano entre 1960 y 1996.

La histórica sentencia fue emitida por el Tribunal de Alto Riesgo, que concluyó que los exintegrantes del grupo elite Kaibil del Ejército guatemalteco Daniel Martínez, Manuel Pop, Reyes Collin y Carlos Carías, son responsables de delitos de lesa humanidad por el asesinato colectivo de los 201 campesinos, entre ellos más de un centenar de menores de edad.


La suma de 6.060 años es el resultado de sumar 30 años de cárcel por cada uno de los 201 asesinatos, más 30 años por el delito de incumplimiento de deberes contra la humanidad, de acuerdo a la explicación judicial.
Estas joyas, asesinos, además de asesinar y violar, les dio tiempo de robar, sí robar. Su hurto, también confirmado, que saqueó la comunidad después de la matanza, también ha sido juzgado y por ello deberán pagar en total 86 años de prisión.

En su resolución, el Tribunal de Alto Riesgo explicó que fueron clave para la sentencia los testimonios de dos ex militares también miembros del grupo Kaibil, César Franco y Flavio Pinzón, testigos de la Fiscalía y que están radicados en México.

La jueza Bustamante afirmó que en el juicio quedó demostrado que los militares actuaron de forma planificada, con "ensañamiento" y "perversidad" contra la población civil de Las Dos Erres, que sólo se dedicaba a la agricultura.

La sentencia provocó un prolongado aplauso en la sala de vistas de la Corte Suprema de Justicia, que fue abarrotada por familiares de las víctimas y activistas humanitarios, así como varias decenas de periodistas.
Por ello, aplaudamos todos y todas esta merecida condena a estos asesinos.

Un fuerte aplauso Y ESTOS PRECIOSOS VERSOS
Viento de tristeza
Humberto Ak'abal
Ese viento de tristeza
Que te sopló los ojos
Apagó tu mirada encendida.
¿Quién lastimó tu alegría?
¿Quién?

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